García Salinas, Francisco (1786-1841)

Ministro de Hacienda:

Del 2 al 30 de noviembre de 1827.garcia-salinas

 

Nació en la hacienda de Santa Gertrudis, cercana a Jerez Zacatecas. Después de realizar estudios en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe y en el Seminario de Guadalajara regresó a Zacatecas a dedicarse a la minería. Se empleó en “La Quebradilla” dedicándose a efectuar negociaciones mineras y a adquirir conocimientos científicos sobre la materia.

En 1821 fue regidor del ayuntamiento de la ciudad de Zacatecas y diputado al primer Congreso local y en 1824 representó a su Estado en el primer Congreso Constituyente. Se menciona que a él se debe el primer plan para un sistema hacendario del México independiente aceptado por esa asamblea. En 1825, siendo senador analizó de manera crítica la memoria presentada por el ministro de Hacienda de Esteva, señalando graves errores financieros. Esto le valió ser nombrado encargado del Ministerio de Hacienda, cargo que ocupó brevemente, entre el 2 de noviembre de 1827 y el 15 de febrero de 1828. Abandonó su cargo debido a que el Ejecutivo se negó a respaldar su plan de reorganización completa de la dependencia, pues planteaba la necesidad de establecer un sistema económico distinto y de cambiar el personal que laboraba en las oficinas fiscales.

En ese año, 1828, fue electo gobernador de Zacatecas, en pleno auge del federalismo en esa entidad. Además de organizar la administración de su Estado, García Salinas promovió el establecimiento de manufacturas de algodón, seda y lana en Jerez y en Villanueva, facilitando la entrada de expertos extranjeros para dirigirlas. Para impulsar el comercio en algunos casos eliminó el pago de alcabalas o disminuyó su monto. Impulsó decididamente la minería, la cual alcanzó un auge inusitado en la región. Para poner en actividad la economía de la región organizó sociedades económicas, impulsó la producción minera y brindó apoyo a la agricultura otorgando créditos y adquiriendo terrenos para entregarlos a los campesinos que no tuvieran propiedades. También se dedicó a promover la creación de servicios sociales necesarios para la población; así en el plano educativo fundó una escuela normal en Saltillo, un instituto literario en Jerez y academias de dibujo en Zacatecas y Aguascalientes (ciudad que entonces formaba parte del Estado); y en 1835 implantó la enseñanza obligatoria. En salud pública procuró combatir las epidemias de viruela con la vacunación general. La administración de justicia fue objeto también de reformas y mejoras, creó un presidio modelo, empleando a los reclusos en las labores de las minas, remunerándoles su trabajo y obligándolos a ahorrar para que tuvieran un patrimonio al cumplir su condena. En cuanto a las finanzas públicas fue mejorada con rectitud y acierto.

“Se dijo de él en aquella época: «Terminada su gestión de aquel Estado, que había recibido dividido por las facciones, desolado por los malhechores, pobre, miserable y abatido, lo entregó a su sucesor, tranquilo, moralizado, opulento, poderoso y respetado». Y aun separado del gobierno, siguió prestando servicios a su entidad sin remuneración alguna, en el mando de la Guardia Nacional participó en la acción de Guadalupe. En 1841 el presidente Santa Anna le ofreció la cartera de Hacienda, a la cual declinó poco antes de su muerte. El pueblo le llamó Tata Pachito”.[1]



    [1]        Cárdenas de la Peña, vol 2, p.65. Enciclopedia de México, vol.5, p.198. México a través de los siglos. Diccionario, A-J, p.361