Gómez Farías, Valentín (1781-1858)

Ministro de Hacienda:

valentin       Del 2 de febrero al 31 de marzo de 1833.

Del 28 de agosto al 21 de septiembre de 1846.

 

Nació en Guadalajara, Jalisco, en una familia de comerciantes españoles. Ocupó el cargo de catedrático en la Universidad de Guadalajara y ejerció la medicina en Aguascalientes. Fue regente de la ciudad de Aguascalientes y fue electo representante a las Cortes de Cádiz en 1812. Al consumarse la Independencia fue electo diputado al primer Congreso Nacional. Fue uno de los que propuso a Agustín de Iturbide como emperador, pero le retiró su respaldo ante el desvió de su programa de gobierno. Participó en la campaña presidencial de Guadalupe Victoria.

Como político, en los primeros años de independencia, formó parte del grupo llamado de «los imparciales», quienes estaban alejados lo mismo de los escoceses que de los yorkinos. Dirigió los periódicos El Imparcial y El Aguila. También se desempeñó como secretario general del gobierno de Zacatecas (1831).

Fue ministro de Hacienda de Manuel Gómez Pedraza, del 2 de febrero al 31 de marzo de 1833, y a partir de ese año en cinco ocasiones ejerció el Poder Ejecutivo.[1] Bajo su primer administración fueron impulsadas una serie de medidas destinadas a reducir el poder económico de la Iglesia. Entre ellas se decretó la abolición de los diezmos (1833) y se propuso llevar a la práctica el plan propuesto por José María Luis Mora de venta de una proporción importante de propiedades eclesiásticas a cambio de que el gobierno garantizara los gastos operativos de la propia Iglesia. Sin embargo, el regreso de Santa Anna a la capital marcó el fin de este experimento liberal y poco después presentó su dimisión Gómez Farías, marcando el fin de la primera época del régimen federalista.

Desde antes de ser gobernante Gómez Farías había cuestionado el poder civil de la Iglesia. Al respecto, una de sus principales preocupaciones como presidente de la república fue la de minar la base jurídica de la supremacía eclesiástica en los asuntos civiles, entre ellos la educación, por ello suprimió la Real Pontificia Universidad de México y estableció la Dirección General de Instrucción Pública e introdujo el sistema lancasteriano.

Por sostener sus ideas políticas fue desterrado del país durante el primer gobierno encabezado por centralistas encabezados por Anastasio Bustamante, regresando a México en 1838. En 1840 encabezó una rebelión encaminada a restaurar el federalismo, pero debido al fracasó del movimiento Gómez Farías salió de nuevo del país en calidad de exilado, residiendo en Nueva Orleans hasta 1845. Al triunfo del Plan de Ayutla concurrió a Cuernavaca y fue electo presidente de la junta y fue diputado electo por Jalisco al Congreso Nacional Constituyente de 1857.[2]



    [1]        Cárdenas de la Peña, vol. 2, p.107.

    [2]        “Fallece en la ciudad de México el 5 de julio de 1858. En vista de que no se le acepta en ninguno de los panteones parroquiales, debe del sepultado en el jardín de su residencia de Mixcoac. En la actualidad sus restos reposan en la Rotonda de los Hombres Ilustres”. Ibid. pp.109; México a través de los siglos. Diccionario, A-J, p.373.