Ministro de Hacienda:
Del 19 de febrero al 7 de noviembre de 1838.
Del 15 de diciembre de 1838 al 20 de marzo de 1839.
Del 13 de diciembre de 1842 al 3 de marzo de 1843.
Del 28 de marzo al 19 de abril de 1846
Este militar, político y dramaturgo nació en el puerto de Veracruz. Su padre era gobernador de la plaza de Veracruz y murió en 1793, por lo que su madre se trasladó a España con Manuel cuando contaba con 4 años. Allá inició la carrera eclesiástica, pero la abandonó por la de las armas. Luchó contra los invasores franceses, pero en 1814 se retiró de la milicia. Años después se le desterró de España por sus ideas liberales.
A raíz de su destierro vivió de sus artículos periodísticos, publicando en especial en la Revista de Edimburgo. Su obra literaria se caracteriza por ser contraria al sistema monárquico y favorable al democrático. Al consumarse la independencia de México, ofreció sus servicios al nuevo gobierno. Desempeñándose como agente privado, cónsul y encargado de negocios en Holanda (1824-1826) inició su carrera dentro de la administración pública mexicana. Con su labor diplomática logró la firma de tratados de amistad y comercio con los País Bajos y con Dinamarca, y el establecimiento de relaciones con Prusia. En los siguientes años representó a México ante el gobierno de Bruselas y fue ministro en Londres y en Berlín, así como enviado extraordinario en París.
Al regresar a México se le nombró bibliotecario nacional y síndico del Ayuntamiento de Veracruz. Durante la primera administración de Gómez Farías, formó parte de la Dirección General de Instrucción Pública. Debido al conflicto con Texas, por su experiencia diplomática, fue nombrado enviado extraordinario ante el gobierno de los Estados Unidos (1836). Después se desempeñaría como ministro de Relaciones Exteriores e Interiores (1838-1839).[1]
Además de ocupar en cuatro ocasiones el Ministerio de Hacienda, en dos ocasiones estuvo al frente de Relaciones Exteriores en 1838 y en 1839. Como ministro de Hacienda, en 1836 impulsó la adopción de las contribuciones directas, las cuales se convirtieron en pieza importante de la política fiscal centralista y contribuyó a la adopción de las Siete Leyes a fines de ese año. Gorostiza mantuvo relaciones muy estrechas con la comunidad de los agiotistas y era miembro de la Sociedad de Comercio en la ciudad de México donde se reunían los más acaudalados comerciantes-prestamistas de la capital.
Como buen patriota, durante la invasión norteamericana organizó el Batallón de Bravos, para lo cual empleó fondos propios, éste cuerpo se distinguió por su valentía en la defensa de Churubusco. Gorostiza murió siendo pobre en Tacubaya, Distrito Federal.
[1] “Viajando por Londres en 1822 conoce y se hace amigo de Lucas Alamán … en 1824 decide recuperar su nacionalidad de origen. Ofrece sus servicios al Gobierno mexicano, y por intercesión de José Mariano de Michelena, en esa época representante de México en Londres, es designado cónsul y agente comercial y luego encargado de negocios de México en los País Bajos… En 1829 pasa a Londres como encargado de negocios y, dándose cuenta de las pretensiones norteamericanas sobre Texas, hace varias sugerencias al respecto a Alamán, a la sazón ministro de Relaciones. En 1830 es nombrado ministro plenipotenciario de México en Inglaterra. Influye en el reconocimiento de México por parte de Francia. Firma Tratados con Francia, Prusia y las Ciudades Hanseáticas. En 1833 viene llamado por Gómez Farías, quien lo hace director de la Biblioteca Nacional y encargado del Teatro Nacional. Realiza una gran labor impulso a la educación y al arte; es restaurador del teatro en México. En 1836 es embajador en Washington. Diputado al Congreso de la Unión”. Cárdenas de la Peña, vol. 2, p. 147